Lo que pudo ser... y no fue

   ¿Os gusta la ilustración de la portada del libro? Pues debo deciros que no salió al primer intento, que hubo otra anterior que en un principio iba a ocupar su lugar. Sin embargo, María Martínez Ovejero quiso algo más acorde con el espíritu de la novela. La ilustradora, Nieves Martínez, dio en el clavo con la que finalmente ha vestido el libro, mostrando una portada sencilla pero atractiva, llena de misterio. Ahora, ¿cómo era la que se descartó? La tenéis bajo estas líneas.

   ¿Qué pensáis vosotros? ¿Hizo bien cambiándola? ¿Es más acertada la primera o la segunda?

   Por otro lado, tras hablar largo y tendido con la autora, me llamó la atención cierto aspecto que también se declinó utilizar: insertar una serie de ilustraciones en el interior del libro (iban a ser doce en total, dos por cada parte del libro, aunque no se finalizaron todas por cuestiones de presupuesto). Del mismo modo que los cuentos, cada una de estas ilustraciones se colocaría allá donde perteneciera a la narración. Una lástima no haberlas visto entre sus páginas. No obstante, María nos las ha cedido para vosotros, en lugar de mantenerlas para siempre ocultas a la vista de todos. Aquellos que ya leísteis la novela, ¿las reconocéis y ubicáis? ¿Y los personajes que aparecen?

   Muy chulas, ¿verdad?